En
@hypatiacafe se dedica el mes de mayo a escribir sobre la palabra “enfermedad”.
A veces, las enfermedades sacan a relucir lo mejor de las personas. Y de eso
quería escribir.
Lo que sigue es
una carta que nunca existió pero, como ya se imaginan, cualquier parecido con
la realidad NO es pura coincidencia. Espero que les guste.
* * * * *
Carta
que nunca existió
Manchester,
13 de enero de 1844
Estimado Joseph:
El objeto de esta misiva es hacerle saber un deseo
que he incluido en mi testamento. Usted es mi médico y confío en su
profesionalidad.
Como sabe, hace ya 50 años que intenté describir mi
enfermedad. Ahora, cuando soy un hombre viejo y cansado es cuando me dedico a
pensar más y más en lo que dejaré tras mi muerte. Yo fui un maestro de escuela.
Ese trabajo me parece uno de los más importantes del mundo. Quizás pueda seguir
enseñando cuando ya no esté entre los vivos.
Mi enfermedad me hace ser alguien especial. Aún
recuerdo cuando mis vecinos se escandalizaron por el color de mis medias o
cuando pinté la hierba en un cuadro del mismo color que la gente aprecia la
sangre. Eran muchas las situaciones que me hacían sentirme incómodo.
Mi hermano y yo tenemos el mismo problema en
nuestros ojos. Están defectuosos. Mi hipótesis es que tanto mi hermano como yo
hemos nacido con una anomalía en el humor vítreo. Creo que este medio es
azulado en mis globos oculares en lugar de ser transparente como el de una
persona con visión normal. Sí, doctor. Estoy casi convencido, pero a la vez soy
un hombre de Ciencia y en ella nada es verdad hasta que se demuestra. El
experimento es lo que valida una hipótesis. Experimente usted con mis ojos
cuando yo ya no pueda usarlos.
Quién sabe si se podrá evitar este calvario a otras
personas en el futuro. ¿No podría ser la solución algo tan sencillo como
encontrar unas lentes como las que llevo? Estas lentes redondas y ligeras me
permiten ver con absoluta normalidad. ¿No podría existir pues un instrumento
que corrigiera este defecto?
Puede que se me recuerde por mis sencillos dibujos
de los elementos o por mis ideas sobre el átomo pero, sin embargo, nada me
haría sentir más orgulloso que los descubrimientos que pueda hacer usted con
mis ojos. Se los encomiendo. En mi autopsia deseo que usted experimente con
ellos.
Es la voluntad de un hombre de 78 años y espero que
se respete.
Un saludo afectuoso,
John Dalton
* * * * *
Y ahora llega el momento de la propuesta
de investigación voluntaria a mis estudiantes de la ESO. Aquí van algunas
sugerencias posibles:
¿Se conservan los ojos de Dalton en
algún lugar? Si es así, ¿dónde? Dalton estaba confundido en la causa de su
enfermedad ¿por qué? ¿Es muy descabellado pensar en unas gafas que permitan la
visión normalizada de los colores? ¿existe algún prototipo actualmente?
Cualquier dato que puedas averiguar y
compartir en clase será bienvenido.
Hasta la próxima.Gracias por leerme.
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