Hay veces que no decide tu
cerebro lo que has de hacer. Hay situaciones en la vida que modifican tu comportamiento,
tan racional, tan lógico, tan ordenado (sí, soy así, normalmente).
Hay etapas en las que paras. Te
ves obligada a parar porque estás cansada y ocurren cosas que te chupan la
energía y no te dejan actuar como siempre. No voy a explicar motivos (créeme,
los tengo) pero está clarísimo que lo primero es disculparme con mis alumnos/as
del año pasado a quien les debía una despedida merecida en el blog. Lo siento.
No publiqué una entrada para vosotros y os lo merecíais. En especial ese grupo
pequeño y alegre que hizo una fiesta el último día del curso. Alumnos y alumnas
de Formación Profesional Básica que me desearon un buen verano y a quienes no
veré este año porque este mundo de interinidades me lleva a saltar de centro en
centro cada curso. DISCULPADME. Os debía una entrada. Gracias por todo lo que
he aprendido de vosotros el año pasado. Gracias por entender que también los
alumnos de Artes Gráficas o de Carpintería tienen que saber cosas de Ciencias.
Gracias por hacer una pequeña fiesta de despedida. Gracias por regalarme un
calendario lleno de frases inspiradoras. Gracias y muchísima suerte el próximo
año. Os deseo lo mejor. Fue un gusto enseñaros y aprender de vosotros. Hasta
siempre.
Pero aún no he terminado con los agradecimientos.
Gracias también a los compañeros
docentes que tuve en el
IES La Albericia el curso pasado por acompañarme en mi
experiencia de la Formación Profesional Básica. Era novata en esa etapa y tenía
mis prejuicios. Error.
Gracias Lorenzo por mostrarme que
un profesor de Secundaria puede publicar buenos libros. Gracias por hacer que
me metiera en la trama de “Memoria involuntaria” y olvidara este verano tan
duro.
Y ahora mis dos deseos:
1.- Que empiecen YA mis clases de
Física y Química en el centro al que he sido destinada este año: el
IES Valle de Camargo. Me alegra notar que sigo con la misma ilusión de siempre, esté
donde esté.
2.- Que tenga muy buen curso un
centro muy especial para mí, el
Colegio Verdemar, el centro donde creció mi
vocación y donde me enseñaron a ser profe. Un centro donde además guardo dos “tesoros”.
Muy buen curso a todos. Feliz
2016/17.
Que empiece el espectáculo.