Inicio un apartado muy especial en mi blog.
Aunque parezca que voy a contar cosas familiares que no tienen nada
que ver con la Ciencia o la divulgación científica debes seguir leyendo porque
creo que no te arrepentirás.
Veamos. Tengo unos cuantos
sobrinos, pero la mayor de todos ellos es mi ahijada. Dato que no le interesa a
casi nadie, excepto a nosotras dos, claro. Durante sus 18 primeros años estuve
dándole una mini-propina en sus cumpleaños. Hacer ese regalo no creo que fuera
algo muy “ilusionante” para ella porque tampoco soy millonaria y era una
cantidad nada elevada. Conforme iba llegando su cumpleaños y ella iba creciendo
no tenía sentido seguir con esa costumbre.
Al llegar su 18 cumpleaños ya veo
claramente que “dar propina en su cumpleaños” es ridículo así que le pregunto:
-
¿Qué quieres que haga a partir de ahora en tu
cumpleaños? Eres mi ahijada, tendré que hacer alguna cosa por ti.
Agárrate. Me contesta:
-
¿Por qué
no eliges un libro que te guste cada año y me lo regalas?
Fantástico. Ella misma tuvo la
mejor idea del mundo. No por tener que elegir un libro, comprarlo, envolverlo y
dárselo cada 9 de septiembre sino porque se inició una costumbre MARAVILLOSA
que te voy a contar a partir de ahora. ¡Sigue leyendo!
Me gustan los libros dedicados. Le
doy mucho valor a la dedicatoria de un libro. A veces te regalan libros y la
dedicatoria procede de la persona que te lo regala, pero hay otras ocasiones en
las cuales es el propio autor/autora quien te escribe su propia dedicatoria. Sí,
hay que ser “muy fan” para ir buscando firmas de autores, pero me confieso, yo
lo soy.
Vamos llegando al meollo de la cuestión. Una vez
Nando Parrado visitó Santander. Puede que no sepas quién es este señor, pero en
mis tiempos jóvenes la película “Viven” causó mucho impacto en mí. Eso me llevó
a leer el libro “Milagro en los Andes” y me pareció una historia preciosa de
superación.
Al grano. Mi sobrina
consiguió esa firma de Nando en mi libro.
Ese “Para Sara, con cariño” fue mi excusa para iniciar una costumbre que es MARAVILLOSA: conseguir para Lucía un libro especial dedicado por su autor/a. En esa búsqueda me sumerjo cada año y esa “tarea” es PRECIOSA porque me hace hablar/conocer/contactar con escritores que oh! sorpresa! son encantadores. Además, esa búsqueda me hace aprender más con la divulgación científica o emocionarme con los libros que más "me llegan".
Y no solo eso, regalar un libro
ya no es solo entregar algo de incalculable
valor sino que se ha convertido en contarle a ella cómo y cuándo conseguí esa
firma y que me inspiró cada uno de esos escritores o escritoras geniales que dedican un poco de su tiempo a sus jóvenes lectores. GRACIAS A TODOS, pertenecéis
a un club muy exclusivo: el club de los libros para Lucía.
¿Quieres que te cuente quienes
son los miembros de este club? De momento hay 4 miembros, pero el quinto acaba
de rellenar su formulario de ingreso esta semana. 😊
Claro que hasta el 9 de septiembre no puedo desvelar su nombre…